lunes, 14 de marzo de 2011

Fuentes de energía y cambio climático


En ciencia el debate es necesario. La discrepancia es buena para el avance del conocimiento, los críticos realizan una labor imprescindible para el necesario control de calidad sobre la producción científica. Sin este control, cualquier lunático podría pasar por un científico serio
Pero este control debe ser lo más imparcial posible. Desgraciadamente, los científicos no dejan de ser seres humanos y, en ciertos temas como el clima, las ideologías políticas y las presiones económicas son terribles. Muchas de esas presiones vienen de la política energética. El enconado debate que vivimos sobre qué fuentes de energía debemos utilizar, ha corrompido todo el proceso de “peer review” (revisión por pares, es decir el control de los científicos por sus propios colegas)
Debido al accidente nuclear ocurrido en Japón, está de actualidad la energía nuclear. Las organizaciones ecologistas, que intentan por todos los medios hacernos creer que el planeta está en peligro por el calentamiento global debido a nuestras emisiones de CO2, teóricamente deberían estar a favor de la energía nuclear, que no produce este gas. En cambio, son sus más acérrimos enemigos, argumentando la peligrosidad de la radiación e intentan vendernos la energía de las renovables, segura y baja en emisiones.
Los pronucleares, (entre ellos algunos ecologistas “herejes” como James Lovelock, el creador de la hipótesis Gaia) tienen como un argumento de peso el hecho de que la energía nuclear no emite CO2, también lo barata que resulta la energía producida por la fisión atómica y el hecho de que el uranio está muy extendido por gran cantidad de países, por lo que no habría temor de falta de suministro.
En realidad todos los sistemas energéticos que se propugnan para sustituir las energías basadas en los llamados combustibles fósiles, como hemos visto, tienen ventajas pero también inconvenientes. Veamos algunos:

Las renovables
No garantizan un suministro continuo: la solar porque de noche y con días nublados no funciona, la eólica porque sin viento no funciona tampoco y a la hidráulica (en la imagen de arriba, central hidroeléctrica al pie de una presa) le pasa lo mismo cuando hay sequía.
Son carísimas y poco eficientes comparadas con las convencionales (la energía solar nos ha llegado a costar a los españoles hasta 11 veces más cara que el carbón)
No garantizan independencia energética de otros países, puesto que necesitan energías de respaldo cuando no funcionan. En el caso de España, la energía de respaldo es el gas metano, un hidrocarburo llamado comercialmente “gas natural” para enmascarar que es de la misma naturaleza, comercializado por las mismas compañías y extraído de los mismos yacimientos que el petróleo, yacimientos que están en países potencialmente conflictivos.
Producen paro. Los puestos de trabajo que crean, al ser dependientes de las subvenciones, lo que hacen es producir más paro en otros sectores: hay un informe del Instituto Juan de Mariana que demuestra que se pierden 2,2 empleos en España por cada puesto de trabajo que se crea en estas energías. Informes similares en Italia y Escocia han encontrado lo mismo.

Las nucleares
1º Necesitan una inversión inicial muy grande, al alcance de pocas compañías.
2º Tienen muchas dificultades para conseguir nuevos emplazamientos debido a décadas de campañas antinucleares fomentando el miedo irracional a la radiación.
Riesgo no nulo de accidentes. En realidad, cuando ocurren accidentes (que ocurrirán inevitablemente, el riesgo cero no existe), las enormes evacuaciones de población debido al miedo hacen más daño que el accidente mismo.
4º Los residuos radiactivos, aunque técnicamente pueden ser almacenados sin peligro real, aterrorizan a la gente.

Particularmente, pienso que no hay ninguna energía mala por sí misma, todas tienen ventajas e inconvenientes. Si se sosegase y racionalizase el debate eliminando el componente ideológico-político, se llegarían a soluciones adecuadas para cada circunstancia y país, que no tienen porqué ser idénticas unas a otras.

Y, por supuesto, hay que eliminar del debate la infantil idea de que podemos hacer algo por detener el “cambio climático” a base de modificar nuestras fuentes de energía.

2 comentarios:

  1. Debido a las implicaciones que tiene su aseveracion sobre los "puestos de trabajo" que eliminan las renovables, seria posible que publicaras el link del instituto juan de mariana de donde sacas esos numeros?.
    Gracias, y magnifico bloc.

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  2. Link:
    http://www.juandemariana.org/articulo/4911/renovables/creaban/

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